Cuando llega octubre, medio mundo se llena de telarañas falsas, calabazas iluminadas y niños gritando “¡truco o trato!”. Pero en el otro lado del planeta —donde octubre no huele a hojas secas sino a flores de primavera— la cosa es un poco distinta.
En Australia y Nueva Zelanda, Halloween ha tenido que abrirse paso entre playas soleadas, barbacoas y costumbres muy suyas. ¿Lo ha conseguido? ¿Se disfraza la gente o miran raro a los que sí? Vamos a ver qué tanto se celebra esta fiesta en Oceanía… y si merece la pena llevarse el disfraz en la maleta.
¿Cómo llegó Halloween a estas tierras tan soleadas?
Como casi todo lo que suena a película americana, Halloween aterrizó en Oceanía vía cine, series y cultura pop. No es una tradición local ni forma parte de su historia, pero poco a poco, gracias a la globalización y al entusiasmo de los más peques (y los más fiesteros), se ha ido colando en el calendario.
Durante mucho tiempo fue vista como “una americanada más”. Pero, sorpresa: cada año gana más terreno, especialmente en las grandes ciudades.
Halloween en Australia: ¿truco o tendencia?
Aunque no es fiesta nacional ni está arraigada como en Estados Unidos, lo cierto es que en Australia Halloween ya no pasa desapercibido. En barrios residenciales de ciudades como Sídney, Melbourne o Brisbane, empiezan a verse calabazas en las puertas, telarañas en los jardines y niños armados con cubos para pedir dulces.
Eso sí, no en todos lados es bienvenido. Algunos vecinos siguen colgando cartelitos de “no celebramos Halloween” como quien pone “cuidado con el perro”. Pero otros… ¡se lo toman muy en serio!
¿Qué se hace en Halloween en Australia?
- Fiestas temáticas en bares y discotecas, con concursos de disfraces, cócteles sangrientos y mucha decoración.
- Trick or Treat en barrios donde las casas se suman a la movida.
- Fright Night en Movie World (Gold Coast): un parque de atracciones que se convierte en pesadilla viviente.
- Zombie Walk en Brisbane: cientos de personas se visten de muertos vivientes por una buena causa.
- Halloween en Bondi Beach: sí, también hay disfraces en la arena. ¡Bienvenidos los zombis en chanclas!
¿Y los australianos más tradicionales?
Algunos aussies siguen viendo Halloween como algo ajeno a su cultura, un invento extranjero que no tiene nada que ver con su identidad. Prefieren mantener sus celebraciones locales y, en muchos casos, ignoran la fecha por completo.
Además, el 31 de octubre allí es primavera. Hace calor, hay sol y flores… así que la estética tétrica de Halloween se adapta a una versión más tropical: calabazas al sol y brujas con sombrero, pero en manga corta.
¿Y en Nueva Zelanda? ¿Se celebra o no?
En Nueva Zelanda pasa algo parecido: Halloween no es parte de sus tradiciones, pero se ha ido colando con fuerza, sobre todo entre los niños y jóvenes. No es una fiesta oficial, pero cada año hay más decoraciones, más fiestas y más caramelos por las calles.
¿Cómo lo celebran?
- Trick or Treat en barrios de Auckland, Wellington y Christchurch.
- Fiestas privadas y temáticas en casas, bares o centros comunitarios.
- Eventos en centros comerciales y parques con actividades para toda la familia.
- Manualidades y decoraciones en colegios, con calabazas felices y esqueletos sonrientes.
Halloween a la kiwi: más calabazas, menos sustos
Una curiosidad: octubre en Nueva Zelanda es temporada de plantar calabazas, así que muchas familias aprovechan Halloween para mezclar fiesta con jardinería. Es bastante común que las actividades tengan un tono más ecológico, artesanal y comunitario. Menos terror y más talleres con niños, por decirlo claro.
Y, como buenos neozelandeses, también se enfocan mucho en la seguridad y el respeto comunitario: si ves una casa con decoración, puedes ir a tocar. Si no, mejor sigue caminando.
¿Entonces Halloween es popular o sigue siendo algo raro?
Va camino de ser popular, pero aún no es masivo. En Australia y Nueva Zelanda, Halloween no tiene raíces profundas, pero ha ido creciendo poco a poco, sobre todo gracias a los medios, las redes sociales y el entusiasmo de las nuevas generaciones.
¿Dónde más se nota?
- En las ciudades grandes, donde hay más diversidad cultural.
- En los centros comerciales, que siempre están listos para una buena campaña temática.
- En las escuelas y barrios jóvenes, donde los niños arrastran a los adultos con sus ganas de disfrazarse y salir a por dulces.
¿Dónde menos?
- En pueblos pequeños, zonas rurales o entre generaciones más mayores, que siguen viendo Halloween como algo “importado”.
Conclusión: Halloween en Australia y Nueva Zelanda, sí… pero diferente
Si estás en Australia o Nueva Zelanda durante octubre, no esperes una celebración como en Estados Unidos, pero tampoco pienses que no pasa nada. Lo que encontrarás es una versión adaptada al hemisferio sur: más calor, más aire libre, menos oscuridad… pero igual de ganas de pasarlo bien.
Y si te animás a sumarte, ya sabes: prepará un buen disfraz (que no te dé calor), fijate si tu barrio está “halloweenizado”, y ¡sumate a la fiesta más espeluznante del año, versión aussie o kiwi!