Vale, todos sabemos que Halloween es la excusa perfecta para disfrazarse, asustar un poco (o mucho) y llenar la casa de telarañas falsas… pero, seamos sinceros: lo mejor de esta noche es comer. Y si puede ser algo rico, curioso o un pelín macabro, mejor que mejor.
Hoy nos vamos de viaje por el mundo (sin quitarnos el disfraz) para descubrir qué se come en Halloween en otros rincones del planeta. Dulces, rarezas y tradiciones de esas que te dejan con la boca abierta… y el estómago lleno.
Estados Unidos: la patria de la calabaza y el azúcar a lo loco
Aquí Halloween es una religión. Y su diosa absoluta es la calabaza. La usan para decorar, para las velas… ¡y para comer! Lo más mítico es el pastel de calabaza, cremoso, especiado y con base crujiente. Si no has probado uno… amigo, te falta Halloween real.
Y ojo con las manzanas caramelizadas. Preciosas, sí. Comerlas sin acabar pegado al sofá… otro nivel de magia.
México: sabores que dan vida (y hambre)
En México, Halloween se mezcla con el espectacular Día de Muertos, y claro, la comida es clave. Lo más típico es el Pan de Muerto, un pan dulce con huesitos que está tan rico que dan ganas de reencarnarse solo para comer más.
Y no faltan las famosas calaveras de azúcar, que son muy bonitas… pero más decorativas que otra cosa. ¿Quieres algo salado? Prepárate para un festín de tamales y mole que quitan el hipo (o el susto).
Irlanda: donde todo empezó
Los celtas inventaron esto del Halloween, así que también tienen sus clásicos. El más curioso es el barmbrack, un pan dulce con frutas y objetos sorpresa dentro (rollo roscón de Reyes, pero versión celta).
Y si quieres algo calentito y de abuela total: prueba el colcannon, un puré de patata con col y mantequilla. Perfecto para una noche fría y fantasmal.
España: dulces que le plantan cara al miedo
Aquí lo nuestro siempre ha sido el Día de Todos los Santos, y no veas si tenemos buenos dulces:
- Buñuelos de viento rellenos de crema o chocolate.
- Huesos de santo (mazapán puro amor).
- Y en Cataluña, los panellets, esas bolitas de mazapán con piñones que son puro vicio.
Y por supuesto, castañas asadas y boniatos a tutiplén.
Italia: galletas en forma de hueso (pero de las buenas)
Los italianos también tienen su rollo dulce terrorífico. Las ossa dei morti (huesos de muerto) son unas galletas crujientes con sabor a almendra que, sinceramente, están mucho más buenas de lo que su nombre sugiere.
Ecuador: bebida morada y panecillos que dan pena comérselos
En Ecuador lo típico es la Colada Morada, una bebida espesa de maíz morado y frutas que tiene un color de pócima mágica total. Se acompaña de las famosas Guaguas de Pan, unos panecillos en forma de muñeco. Tradición, sabor y mucho color.
Brasil: calabaza + camarones = combo inesperado (y brutal)
En Brasil le dan su toque propio a Halloween (o Día das Bruxas) con el camarão na moranga, una calabaza rellena de camarones en salsa cremosa. Raro de oír, delicioso de probar.
¿Montas tu propia fiesta? Ideas rápidas que siempre triunfan:
- Dedos de bruja: galletas con almendras como uñas.
- Ojos sangrientos: lichis rellenos de uva en gelatina roja.
- Pizza momia: mini pizzas con tiras de queso.
- Brebajes misteriosos: ponches con hielo seco o golosinas flotando.
Al final, Halloween no es solo disfrazarse y pedir chuches. Es una noche para pasarlo bien, asustar (solo un poco) y sobre todo… ¡llenar la barriga!
Así que ya sabes: prepara el mantel más terrorífico que tengas y llena tu mesa de sabores de aquí y de allá.
¿Con qué plato te quedarías tú? ¿Eres más de calabaza, pan de muerto o huesitos de mazapán? ¡Te leo en los comentarios! 🎃🍴