Vale, lo de disfrazarse está muy bien, las pelis de miedo también… pero si de verdad quieres pasarlo de miedo en Halloween, hay una cosa que no falla: un buen cementerio. Pero no cualquier cementerio. No hablamos de esos jardines tranquilos con flores y silencio. No. Te hablo de lugares con historia, leyendas, fantasmas con mala leche y tumbas que crujen sin que sople el viento.
Así que coge tu linterna, deja los sustos baratos del parque temático y apunta: estos son los camposantos más escalofriantes del planeta. Y sí, algunos puedes visitarlos. Bajo tu propia responsabilidad, claro.
1. Cementerio de St. Louis No. 1 (Nueva Orleans, EE. UU.)
Empezamos fuerte. Nueva Orleans ya tiene fama de estar encantada de por sí, así que imagínate cómo es su cementerio más antiguo. St. Louis No. 1 no solo es un clásico del vudú, sino que es donde está enterrada Marie Laveau, la reina del tema. Hay quien asegura que aún se la siente por allí, que se le nota el carácter.
Eso sí, no te creas que puedes entrar así como así. Necesitas guía oficial. No por turismo, sino porque no quieren que te pierdas y acabes quedándote más tiempo del necesario…
2. Cementerio de Greyfriars (Edimburgo, Escocia)
Este sitio es un escándalo. Greyfriars tiene fama de ser uno de los cementerios más embrujados del mundo, y no es por decir. Dicen que el espíritu de George Mackenzie, un abogado que en vida era un sádico, sigue dando guerra. Gente que sale con arañazos, moratones, ataques de pánico… Vamos, lo típico cuando te topas con un poltergeist con mala leche.
¿Leyenda urbana o realidad? Solo hay una forma de saberlo…
3. Catacumbas de los Capuchinos (Palermo, Italia)
Aquí cambiamos lápidas por cadáveres reales, momificados y colgados de las paredes. Más de 8.000 cuerpos, muchos en pie, otros sentados, algunos con cara de estar esperando que llegue el metro. Y en medio de todo eso, está Rosalia Lombardo, una niña tan perfectamente conservada que parece que va a abrir los ojos en cualquier momento.
Spoiler: hay quien dice que lo ha hecho. Sin comentarios.
4. Cementerio de Highgate (Londres, Inglaterra)
Si te gustan las pelis de vampiros clásicas, Highgate es tu sitio. Gótico a más no poder: estatuas con musgo, tumbas que se caen a trozos y un silencio que da mal rollo. En los años 70 hubo todo un pánico por un supuesto vampiro que se paseaba por allí. Nunca se le encontró, pero la leyenda sigue vivita y coleando.
Y tú, por si acaso, lleva ajo. Nunca se sabe.
5. Père Lachaise (París, Francia)
Este es de esos cementerios que parecen bonitos y tranquilos, hasta que te fijas bien. Aquí están enterrados grandes como Jim Morrison, Édith Piaf o Oscar Wilde. Pero también se dice que hay más presencias de las que aparecen en la guía.
Susurros, sombras, fotos que salen borrosas… París es la ciudad del amor, sí. Pero también tiene su puntito de película de miedo.
6. Bachelors Grove (Chicago, EE. UU.)
Este sitio da mal rollo solo con mirar fotos. Un cementerio pequeño y olvidado en mitad del bosque, lleno de historias raras: luces flotantes, una mujer con un bebé en brazos, ruidos sin origen aparente… Los cazafantasmas de verdad lo tienen en su top. Y si ellos no se ríen, yo tampoco.
Mejor no ir solo. Y desde luego, no de noche.
7. Cementerio de Khovanskoe (Moscú, Rusia)
Rusia no decepciona ni en esto. El Cementerio de Khovanskoe es enorme y escalofriante a partes iguales. Se habla de rituales raros, encapuchados que aparecen sin previo aviso y sombras que se mueven donde no debería haber nadie. ¿Sugerencia? No te metas ahí solo en Halloween. Ni en ningún otro momento, vaya.
8. Cementerio de la Recoleta (Buenos Aires, Argentina)
Este tiene estatuas que parecen mirar, pasillos que te atrapan y leyendas que te dejan pensando. La más famosa: Rufina Cambaceres, una chica enterrada viva por error. Dicen que su fantasma aún da vueltas por el cementerio buscando una explicación. Su tumba tiene una escultura empujando la puerta… así que tú verás.
9. Bonaventure (Savannah, EE. UU.)
Este ya es el combo perfecto entre terror elegante y atmósfera sureña. Árboles con musgo, estatuas tristes, niebla constante… Y la historia de Gracie Watkins, una niña que (según cuentan) protege a los visitantes. Siempre que seas respetuoso, claro. Si no… bueno, Savannah no es lugar para hacer el tonto.
¿Te atreves a un paseo entre tumbas?
Hay quien se disfraza y come chuches. Y luego estás tú, que en Halloween prefieres ir a lugares donde el miedo es real, donde las historias no se las ha inventado un guionista y donde si escuchas algo raro… no hay actor detrás del susto.
Así que si este año quieres una experiencia de las que no se olvidan, ya tienes 9 destinos para empezar tu ruta del terror. Eso sí: lleva linterna, no vayas solo y… no mires atrás si oyes pasos.